El kiwi crece sobre lianas muy robustas que se parecen un poco a las lianas de la vid. Esta liana, cuyo nombre científico es actinidia, posee sarmientos muy vigorosos. ¡Pueden alcanzar entre 5 y 10 m de largo en una sola temporada! Es por esto que tienen que ser dirigidos a lo largo de pérgolas: para una mayor distribución de la vegetación y para que la cosecha esté sostenida.
Existen plantas machos y hembras. En los huertos, se planta un macho por cada seis hembras para asegurar una polinización óptima.
Además del viento, son las abejas las que aseguran el transporte del polen hasta las flores de la planta hembra. Por esta razón, se suelen ver colmenas cerca de los huertos de kiwi.
Es bueno saberlo: la actinidia no le teme ni a los hongos ni a las plagas de insectos. Por esta razón, ¡es inútil el uso de pesticidas y fungicidas!
¿Cuándo se compra?
El kiwi es la fruta del invierno por excelencia. La temporada alta va desde Noviembre hasta Mayo. Periodo en el que es muy fácil encontrar kiwis franceses.
¿Cómo se escoge?
El kiwi tiene que ser ligeramente suave al tacto para que tenga una pulpa tierna y dulce, o un poco más firme para que tenga un sabor más acidulado. Esto se determina en función de los gustos de cada uno. En ambos casos, un kiwi nunca tiene que estar blando. Es una señal de madurez excesiva que le hará perder el sabor acidulado que lo caracteriza. La piel tiene que ser lisa y uniforme, sin ninguna mancha.
¿Cómo se conserva?
En caso de cualquier duda, más vale comprarlo un poco más duro ya que, al igual que el aguacate o la pera por ejemplo, el kiwi es una fruta climatérica; sigue madurando después de la cosecha. Se conserva alrededor de 10 días a temperatura ambiente y 3 semanas en el cajón de verduras del frigorífico. ¿Tiene ganas de comer un kiwi más rápidamente? Póngalo al lado de unas manzanas que producen etileno. ¡El kiwi va a madurar a gran velocidad!
¿Cómo se consume?
El kiwi se puede cortar en dos mitades y degustarse con cuchara. O bien, puede ser pelado delicadamente (¡con un pelador es más fácil!) antes de cortarlo en finas rodajas.
El kiwi se come crudo cuando se quiere comer dulce (ensaladas de frutas, batidos, etc.), pero también se puede comer salado (con salmón ahumado, en una ensalada con aguacate y toronja, para acompañar unos sushis, etc.). Todo depende de lo que le guste y de lo que tenga ganas de comer.
¿Qué beneficios tiene para la salud?
Si uno compara la misma cantidad de naranja y de kiwi, el kiwi tiene más vitamina C. Además de esta vitamina, esta fruta es rica en vitaminas A y E, calcio, hierro y ácido fólico. Y finalmente, su alto contenido en fibras, que se encuentra en la pulpa y las semillas, hace del kiwi un aliado de nuestro tránsito intestinal. Por último, la guinda del pastel es que el kiwi aporta muy pocas calorías (50 calorías por cada 100 g).
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